El uso del váter como cubo de basura tiene graves consecuencias: atascos en las tuberías, contaminación medioambiental y dinero, mucho dinero que, a la larga, acaba pagando el ciudadano.
El sentido común (que es el menos común de los sentidos) dicta que hay cosas que jamás deberían ir a parar al alcantarillado. Pero es frecuente encontrar objetos verdaderamente inverosímiles: aceites para el coche, ácido clorhídrico, drogas, textiles e incluso animales vivos, etc.
Por ese motivo, el grupo de trabajo de saneamiento de aguas urbanas del Congreso Nacional de Medio Ambiente (Conama), ha elaborado un manual de buenas prácticas para identificar cuáles son las amenazas más importantes y qué efecto tienen sobre el proceso de tratamiento. Según este informe, éstas son las 7 cosas que usted nunca debería tirar al váter.
1.- Toallitas húmedas.
Aunque se venden como desechables, generan importantes atascos y daños en los sistemas hidráulicos de la red de saneamiento.
2.- Lejía y amoniaco.
Estos productos son capaces de oxidar la materia orgánica o incluso de matar a una persona con sólo 40 mililitros en un litro de agua, como es el caso del ácido clorhídrico.
3.- Medicamentos.
Los fármacos pueden provocar importantes daños a los organismos acuáticos. Peligrosos porque no es necesaria una gran cantidad para causar alteraciones en los seres vivos.
4.- Pinturas y disolventes.
Las sustancias químicas que forman parte de estos productos hacen que sean muy tóxicos.
5.- Basura.
Provocan la contaminación de las aguas residuales, la sobrecarga de la red y atascos en las depuradoras, con los gastos que ello conlleva.
6.- Aceites vegetales.
Provocan unas bolas de grasa que atascan los colectores dificultando la salida de los gases y produciendo malos olores en las ciudades.
7.- Grasas alimentarias y aceite para el coche.
A diferencia de las anteriores, tienen mayor capacidad de generar obstrucciones porque se arrojan de forma sólida.